II. Unidad II

Lenguaje Figurado


Lenguaje figurado es el que emplea el modo de decir por medio de las figuras; consiste en trasladar el significado recto del vocablo, para expresar otra cosa que guarda alguna relación con él.


Identifique si el lenguaje a estudiar, es LITERAL O FIGURADO. Si es literal aplique las reglas generales de interpretación que estudiamos. Si es figurado, identifique la figura utilizada y aplique, además de las reglas generales, las propias a la figura correspondiente, las que estudiaremos más adelante.
En la Hermenéutica Bíblica debemos familiarizarnos con muchas formas de lenguaje figurado, pues los pueblos del Medio Oriente lo utilizaban mucho. Dicho conocimiento nos ayudará a hacer una mejor interpretación de los pasajes en la Biblia, para lo cual debemos poder primero contestar la siguiente pregunta:

¿COMO PODEMOS IDENTIFICAR O SABER QUE EL LENGUAJE ES LITERAL O FIGURADO?

1.- Desde tiempo inmemorial el hombre se ha expresado en diferentes formas; con el lenguaje visual, con el lenguaje corporal y con el poético. El lenguaje figurado tiene su lugar dentro del lenguaje poético, y consiste en revestir algo que contiene un significado interno, con elementos externos que ayuden a comprenderlo. Como humanos, solamente a través de lo tangible podemos conocer lo intangible; a través de lo conocido, lo desconocido; de lo concreto, lo etéreo, etc.
Es una necesidad del intelecto humano que los hechos relacionados con la mente o con verdades espirituales, para una mejor comprensión, deban ser revestidos con el lenguaje tomado de las cosas materiales. Considerando esta condición humana, en la Biblia Dios utiliza este lenguaje para darnos a conocer su voluntad y para darse a conocer a Sí mismo, pues que siendo Él espíritu perfectísimo. nunca llegaríamos a conocerle, pues no lo podemos ver. Por la belleza literal que contiene este tipo de lenguaje, es el más apropiado - por ser el más bello y expresivo - para transcribir la Palabra de Dios.

2.- La Escritura solo tiene un sentido para su interpretación. 2P.1:201. Admitimos el libre examen de la Biblia, pero no la libre interpretación de ella. La interpretación correcta, la da el Espíritu Santo, en una armonía perfecta a través de toda la Escritura misma, es la única que aceptamos y recomendamos. Para poder entender e interpretar el lenguaje figurado, hay que estar plenamente seguros de lo que es literal y lo que es figurado; para no cometer errores.

Reglas para identificar y aplicar el lenguaje figurado:

1. Cuando su interpretación literal manifieste una contradicción o un absurdo, con respecto al contexto o la analogía de la Escritura.
Lc.14:262; 13:323, Jn.6:354.

2. Cuando es evidente o la misma Biblia lo señala. Jn.16:255, Ga.4:246, Mt. 13:137.

3. Si el significado literal de cualquier palabra o expresión tiene buen sentido en su ilación, es literal; pero si el significado literal no tiene buen sentido, es figurado.
4. Ya que el literal es el significado más usual en las palabras, y por lo consiguiente ocurre más frecuentemente que el figurado, cualquier termino ha de considerarse como literal hasta tanto haya una buena razón para entenderlo de modo diferente.
5. El significado literal o más usual de una palabra, si es consecuente, debe preferirse al significado figurado o menos usual.
6. Tenga presente que hay lenguaje figurado universal, fácilmente identificable por ser de uso común, usado cotidianamente, como: la Metáfora, a Alegoría, etc. También existe el lenguaje figurado propio de un pueblo, o región, el cual se conoce como Regionalismo o Modismo, y su significado solo es comprensible al grupo que lo usa, lo que hace que su interpretación literal con frecuencia sea difícil o imposible.
Así mismo, en La Biblia, tenemos lenguaje simbólico, en el cual, el mismo símbolo puede tener diferentes aplicaciones, inclusive contradictorias, cuando de éste solo se toman algunas de sus características o propiedades en cada caso. Además, debemos tomar nota de que hay una forma de lenguaje eminentemente Bíblico, llamado Tipo, con su correspondiente Anti tipo, así como también figuras y lenguaje proféticos qué considerar.
7. Nunca se debe forzar un texto para su interpretación. Esto quiere decir, hacerlo que diga lo que no dice, haciéndolo figurado cuando es literal y viceversa.
8. Nunca aísle un texto para su interpretación. Por el contrario, siempre trate de conectarlo con textos paralelos o análogos (mismo tema), hasta sacar a luz su real significado. Juan 5:398; Mateo 22:299; Lucas 24:25-2710.
9. Libérese de todo prejuicio personal y/o denominacional. Evite caer en las redes que Satanás ha tendido y atrapado a exégetas que se desviaron de la verdad. 2Pe.3:1611; 2:1-212, Mt.15:913, 1Ti. 4:1-314, 2Ti. 4:3-415.
10.- Considere los factores que intervinieron en la composición de las Sagradas Escrituras.
(2Pe.1:2116, Mt.19:1817; 16:2-318).
11.- Invierta el tiempo suficiente en la preparación de cada estudio y/o interpretación. (Ec.3:119, Ef.5:1520; 2Ti.2:1521, 1Pe.3:1522, Jd.323).
REFERENCIAS:

1. Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada.
2. «Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.
3. Él les dijo:
—Id y decid a aquella zorra:v “Echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra”.
4. Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida.m El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.
5. »Estas cosas os he hablado en alegorías; la hora viene cuando ya no os hablaré en alegorías, sino que claramente os anunciaré acerca del Padre.
6. Lo cual es una alegoría,v pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; este es Agar,w
7. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
8. Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí;s
9. Entonces respondiendo Jesús, les dijo:
10. —Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios,
11. en casi todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen (como también las otras Escrituras)q para su propia perdición.
12. Hubo también falsos profetas entre el pueblo,b como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado.
13. pues en vano me honran,
14. enseñando como doctrinas mandamientos de hombres”.e
15. pues vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones, 4y apartarán de la verdad el oídob y se volverán a las fábulas.
16. porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santosk hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
17. Le preguntó:
—¿Cuáles?
Y Jesús le contestó:
—No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19Honra a tu padre y a tu madre.n Y amarás a tu prójimo como a ti mismo.ñ
18. Pero él, respondiendo, les dijo: «Cuando anochece, decís: “Hará buen tiempo, porque el cielo está rojo”. 3Y por la mañana: “Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojo y nublado”. ¡Hipócritas, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis distinguir!b
19. Todo tiene su tiempo,a y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora:b
20. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
21. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.q
22. Al contrario, santificad a Dios el Señor en vuestros corazones,i,j y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
23. Amados, por el gran deseo que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos,


v v 13.32 Zorra: animal que recibe diferentes nombres en los países de habla castellana. Aquí se refiere al que se conoce generalmente como zorra o raposa. En algunos países en donde la palabra zorro se aplica al zorrillo o mofeta, se le conoce como gato de monte. Entre los judíos era símbolo tanto de astucia como de debilidad o insignificancia (cf. Neh 4.3; Ez 13.4).
m m 6.35 Es característico de la enseñanza de este evangelio que Jesús se identifica con los bienes que él da u ofrece al hombre: el pan, la luz (8.12), la Puerta de las Ovejas (10.7, 9), la vida (11.25), el camino (14.6), la verdad (14.6). Las palabras yo soy, con que comienza en este evangelio una serie de afirmaciones hechas por Jesús acerca de sí mismo, recuerdan las palabras con las que Dios se reveló a Moisés (Ex 3.14).
v v 4.24 Lo cual es una alegoría: El relato de Gn 16–21 es interpretado en sentido alegórico, según el cual los personajes, además de ser históricos, representan otras realidades futuras; véase Gl 4.31 n.
w w 4.24 Agar, la esclava, representa la Ley dada en el monte Sinaí (Ex 19–20), la cual, según Pablo, sometía al hombre a la esclavitud (Ro 7.6; Gl 5.1–3).
s s 5.39 Dt 4.1; 8.1; 30.15–20.
q q 3.16 Las otras Escrituras: El autor pone en el mismo plano las epístolas de Pablo y las Escrituras del AT. Véase 2 Ti 3.15 n.
b b 2.1 Dt 13.1–5; Mt 24.11.
e e 15.8-9 Is 29.13 (gr.).
b b 4.3-4 Cf. 1 Ti 4.1.
k k 1.21 En diversos ms. no aparece: santos.
n n 19.18-19 Ex 20.12–16; Dt 5.16–20.
ñ ñ 19.19 Lv 19.18; Mt 22.39; Stg 2.8.
b b 16.2-3 Aquí las señales (v. 3) pueden referirse a los milagros descritos en Mt 15.29–31 (cf. Mt 11.2–6, y véase 12.38 n.), o a todo lo que estaba sucediendo.
a a 3.1-8 El siguiente poema enuncia primero un principio general (v. 1) y luego enumera 14 pares de acciones contrarias (v. 2–8). Esta enumeración no pretende ser exhaustiva, pero abarca prácticamente la totalidad de las acciones que los seres humanos se ven inclinados o forzados a realizar durante su vida (entre los límites de su nacimiento y de su muerte: v. 2). De este modo, se pone de manifiesto algo que pertenece a la experiencia común: de dos acciones contrarias no se puede realizar más que una, y para hacer lo más conveniente en cada situación es preciso conocer el momento oportuno, ya que el éxito de una decisión depende en parte de la libertad humana y en parte de circunstancias y factores que el ser humano no elige y a los que está sometido. Cf. Ec 9.11.
b b 3.1 Cf. Pr 15.23; 25.11.
q q 2.15 Usa bien: o proclama sin rodeos; la palabra griega puede referirse a la acción de trazar rectamente un surco o camino. Aquí, relacionada con los v. 14 y 16, significa proclamar el evangelio sin desviaciones (v. 18).
i i 3.15 Santificad a Dios el Señor en: otros ms. dicen: santificad al Señor, a Cristo, en.
j j 3.14-15 Is 8.12–13. 

Hermenéutica Especial

Cuando hablamos de Hermenéutica Especial, estamos introduciéndonos en el pensamiento Bíblico, conociendo el lenguaje figurado del Antiguo y del Nuevo Testamento y aprendiendo todas las riquezas espirituales que Dios nos permite descubrir.

Es una herramienta para encontrar lo que siempre estuvo a la luz pero nuestra venda nos impedía ver, es sondear lo que no sabíamos o entendíamos, es dejar que el Espíritu Santo renueve y transforme nuestra mente.
Veremos las figuras literarias y formas de lenguaje figurado más importantes, en relación a su aplicación.

Clasificación de este lenguaje figurado:

Estas son las más conocidas y su interpretación es poco dificultosa, ya que por su simplicidad, su aplicación es directa.
Para su interpretación, se procede de la siguiente manera:
1. Identifique la figura utilizada.
2. Recuerde las características de la misma.
3. Considere la naturaleza del asunto tratado en la porción de la escritura donde se está estudiando.
4. Aplique las reglas generales de interpretación.
5. Aplique las características de la figura usada y las reglas correspondientes.
6. Ubíquese en el lugar de los acontecimientos.
7. Compruebe sus conclusiones sometiéndolas a la analogía de la Escritura.


El Simil


Del latín Similis, “semejante”
Es la figura literaria que establece una relación de semejanza entre dos cosas diferentes, a través de las palabras: así, así como o semejante.
A) La relación de semejanza se establece partiendo de una CARACTERISTICA de alguna de ellas para aplicarla a la otra.
B) Es la figura literaria más sencilla, de fácil identificación y la que más abunda en la Biblia.
Conviene evitar algunos errores que comúnmente se cometen:
1. Ahondar en su contenido a causa de su claridad y riqueza.
2. Forzar el significado del texto más allá de lo que el autor quiso expresar.
3. No siempre que aparezca la palabra como, quiere decir que tenemos un símil
EJEMPLO:
Psa 1:3 Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

Isa 55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Luk 6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras, y las hace, os enseñaré a quién es semejante:
Semejante es al hombre que edificó una casa, y cavó profundo, y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino un torrente, el río dio con ímpetu contra aquella casa, mas no la pudo mover; porque estaba fundada sobre la roca.
Mas el que oye y no hace, es semejante al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y cayó luego; y fue grande la ruina de aquella casa.

Isa 1:9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un pequeño remanente, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

Act 7:51 Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. 

La Metáfora


Del Gr. Metafora, “traslación”; de meta, “mas allá”, y fero, “llevar”.
Lat. Metaphora.
Figura literaria que establece una relación de semejanza entre dos cosas diferentes, declarando que la una es la otra, mediante una comparación tácita o mental.
A) Consiste en transferir a una cosa, sin previo aviso el significado de otra, por cierta analogía que existe entre ambas. Generalmente dicha analogía queda establecida por conducto del verbo “ser”.
B) Apela mejor a la imaginación y al sentimiento.
C) Una misma metáfora puede aplicarse a dos objetos distintos y aun contrarios, para representar dos cualidades distintas.
Ejemplos:
Psa 23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.

Isa 40:6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué he de decir? Toda carne es hierba, y toda su gloria es como la flor del campo:

Mat 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y ser hollada de los hombres.

Mat 26:26 Y mientras comían, Jesús tomó el pan, y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.

Joh 8:12 Y otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.

1Co 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular.

Rev 1:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro. Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias; y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.


El Pleonasmo


Del Gr. Pleonasmos, pleonazo, “sobreabundar”.
Lat. Pleonasmus.
Es la figura literaria en la que se repiten palabras de igual sentido, para dar mayor fuerza o énfasis a la expresión.
A) Ocurre cuando se haya redundancia de palabras en una frase.
B) Consiste en emplear en una oración uno o más vocablos innecesarios para la comprensión de esta, con el fin de recalcar su significado.
C) Cuando carece de sentido la repetición de palabras o frases, se dice que es una redundancia viciosa, cosa que no ocurre en la Biblia.
Ejemplos:
Isa 11:8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la serpiente.

Hos 11:9 No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre; el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.

Luk 21:35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

Joh 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.


La hipérbole



Gr. Hyperbole; de hyper: “mas alla”, y ballo, “arrojar”.
Lat. Hyperbole.
Es la figura literaria en la que a través de la exageración premeditada, se hace énfasis en la idea que se quiere transmitir. Nada tiene que ver con la mentira.
A) Tirar más allá del blanco. Se llama así porque añade al sentido de la frase una exageración, con la que se aumenta o se disminuye considerablemente algo, más allá de lo que se da a entender literalmente.
Ejemplos
Deu 1:28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.

Jdg 20:16 De toda aquella gente había setecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban.

Joh 12:19 Pero los fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada ganáis? He aquí el mundo se va tras Él.

Rom 9:3 Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne, 


La Metonimia


Gr. Metonymia, de meta, “cambio” y onoma, “nombre”
Lat. Metonymia.
Es la figura literaria en la que se cambia el nombre de una persona o cosa por otro u otra con la que guarda relación.
Ejemplos
Joh 3:34 Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no le da el Espíritu por medida.
(El Espíritu de Dios por los dones del Espíritu)
1Th 5:19 No apaguéis el Espíritu.

2Ki 2:9 Y como hubieron pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de tu lado. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.

Luk 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.

Exo 5:3 Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios; para que no venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.

Gen 25:23 Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.

Mar 9:17 Y uno de la multitud respondiendo, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

Pro 20:1 El vino es escarnecedor, el licor es alborotador; y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio. 

La Sinécdoque


Gr. Synekdokhe, de synekdekhomai, “recibir juntamente”.
Lat. Synecdoche.

Es la figura literaria en la que se nombra el “todo por una parte” o “una parte por el todo”
A) Describe una figura por la que un vocablo recibe de otro algo, por estar asociado con el mediante alguna conexión, como cuando se toma la parte en lugar del todo y viceversa.
B) Hay 4 clases:
· De género.
· De la especie
· Del todo
· De la parte
C) En la metonimia se efectúa el cambio entre dos nombres o verbos relacionados entre sí, en la sinécdoque, el intercambio se efectúa entre dos ideas.


Ejemplos:
Exo 32:3 Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón:
Joh 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
Luk 18:1 Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
Jl 2:28 Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.
Isa 53:12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los transgresores; Y llevó Él el pecado de muchos e hizo intercesión por los transgresores.
Psa 106:6 Pecamos como nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad. 

La Ironía


Gr. Eironeia.
Lat. Ironia.
Es la figura literaria que mediante la sutileza o el sentido contrario a lo que se expresa, se señala lo absurdo de tal cosa, cuando menos en opinión del que habla.
A) Disimulo.
B) Consiste en expresar un pensamiento de tal forma que significa lo contrario de lo que se dice, no para ocultar su verdadero sentido, sino para darle más fuerza.
Ejemplos:
Job 38:4 ¿Dónde estabas cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber, si tienes conocimiento.
Joh 18:38 Pilato le dijo: ¿Qué es la verdad? Y cuando hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Ninguna falta hallo en Él.
Jdg 10:14 Andad, y clamad a los dioses que os habéis elegido, que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción.
2Co 11:19 Porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros sabios:
Psa 22:8 Confió en Jehová, líbrele Él; sálvele, puesto que en Él se complacía.
2Co 12:10 Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.

El Sarcasmo

Es cuando la IRONIA contiene o expresa ridículo o desprecio. Gr. Sarcazo, desgarrare carne, como lo hacen los perros al comerla.







Ejemplos:

Dt.32.37 Y dirá: ¿Dónde están sus dioses,

La roca en que se refugiaban;

 Que comían la grosura de sus sacrificios,

Y bebían el vino de sus libaciones?

Levántense, que os ayuden

Y os defiendan.

1R.18.27 Y aconteció al mediodía, que Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque dios es; quizá está meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que despertarle. 

La Paradoja

Gr. Paradoxos, de Para, “contra” y doxa, “opinión, creencia.
Lat. Paradoxa, de paradoxus, “paradojo”.
Es la figura en la que se presenta una aseveración inverosímil o absurda con apariencia de verdadera.
a) Lo que va en contra de la opinión común.
b) La figura literaria que emplea expresiones que presentan una aparente contradicción.


Ejemplos:
Mt.5.4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mt.8.22 Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.

La Litote.

Gr. Litotes, “tenue”
Lat. Litotes.
Litote o atenuación, es la figura a través de la cual algo o alguien es disminuido con el fin de poner en alto a otra cosa o persona, sin el menor deseo de ofender o menospreciar, sino para realzar la grandeza de lo que se ha contrastado
A) Se centra la atención no en la cosa disminuida, sino en la grandeza de aquello con lo que ha sido puesta en contraste.

Ejemplo:
1S.24.14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? Jehová, pues, será juez, y él juzgará entre tú y yo. El vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano.
Is.40.10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.
Mt.15.26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos

Eufemismo.

Gr. Eyfemismos.
Lat. Euphemismus.
Es la figura literaria en la que se emplean palabras o expresiones agradables en lugar de desagradables, blandas en lugar de duras, decorosas en lugar de indecorosas.

Ejemplos:
2S.18:32 El rey entonces dijo al etíope: ¿El joven Absalón está bien? Y el etíope respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal.
Jn.11.11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.

La Prosopopeya o Personificación.

Gr. Prosopon. “aspecto de una persona” y poieo “hacer”
Lat. Prosopoeia.
Es la figura literaria, por medio de la cual se le atribuyen características humanas a animales, cosas o partes del cuerpo humano.
Ejemplos:
Job 12.7-9 Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
 O habla a la tierra, y ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
 ¿Qué cosa de todas estas no entiende
Que la mano de Jehová la hizo?

Is.24.23
La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.


La Apostrofe

Gr. Apostrofe, de apostrefo, “volverse”
Lat. Apostrophe.
Es la figura literaria en que el que habla se vuelve del auditorio al que se está dirigiendo y se dirige a uno imaginario. Es una ruptura súbita del curso del discurso, dirigiéndolo a una nueva persona o cosa.
Ejemplo:
Neh.6.9 Porque todos ellos nos amedrentaban, diciendo: Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada. Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos.


FIGURAS COMPUESTAS




Son aquellas que se constituyen de varias partes o elementos y tienen multiple interpretación y aplicación. Debemos tener cuidado al identificar cada uno de sus componentes, para aplicar lo útil y desechar lo superfluo.

SIMBOLOS

1. El símbolo puede definirse como cualquier cosa real y visible, que representa algo invisible como una idea, una cualidad, o una realidad espiritual.
2. Los símbolos pueden ser objetos, sustancias, colores, numeros, y su significado depende del autor cuando los usa.
3. El significado del símbolo puede cambiar en contextos diferentes.
4. Los símbolos son comunes a muchos pueblos, pero hay algunos que son exclusivos de la Biblia y se refieren a aspectos determinados de las obras de Dios en su relacion con el hombre.
5. El simbolo y el tipo tienen mucho en comun, pero difieren en:

-- a. El tipo tiene su confirmacion en el NT., requisito que no distingue al simbolo.

-- b. El tipo esta compuesto de varios detalles, el simbolo representa una sola cosa.

-- c. El tipo siempre es profetico, el simbolo no esta sujeto a limitaciones de tiempo.

-- d. El tipo solo se encuentra en la Biblia, el simbolo es comun en toda literatura o idioma.
6. Su significado depende de la semejanza entre si y la cosa que simbolizan. No debe buscarse otros puntos, sino el mas sencillo.
7. Por lo regular los tipos contienen simbolos, pero estos solo ayudan a presentarlo.



















































Simbología Diversa
Numeros
7
Totalidad, integridad, perfección o intensidad
Alabanza a Dios - Sal 119:164
Maldición al que matara a Caín - Gen.4:15
Ordenanzas rituales
Santificación del séptimo día
Fiesta de los panes sin levadura - Ex.34:18
Fiesta de los tabernáculos - Lev.23:34
Año sabático - Exo.21:2
Aspersión con sangre - Lev.16:14,19
Años servidos por Jacob - Gen.29:20,27
Naaman y el Jordán - 2Reyes 5:10
Ascensión del criado de Elías - 1Reyes18:43,44
Abominación de Jehová al que odia - Prov.26:25
Ofensas y perdón - Lc.17:4
Visiones de Juan
Iglesias - Apo.1:4
Estrellas - 1:16
Lámparas de fuego - 4:5
Sellos - 5:1
Cuernos y ojos del cordero - 5:6
Plagas finales - 15:1
Copas - 15:6

14

Generaciones desde Abraham a Cristo - 3 grupos de 14 - Mt.1:17
Corderos para sacrificio - Num29:13

49

Regulación de la fiesta de las primicias - Lev.23:15
Años de intervalo entre jubileos - Lev.25:8

70

Descendientes de Jacob - ex.1:5
Ancianos de Israel - Ex.24:1; Num11:16
Hijos de Acab - 2Re.10:1
Ancianos idolatras - Ez.8:11
Palmeras de Elim - Ex.15:27
Semanas del libro de Daniel - Dn.9:24
Años de la vida humana – Sal.90:10

12

Discípulos enviados a predicar - Lc.10:1,17 12 -- Favorito de los judíos por ser el numero de los hijos de Jacob
Apóstoles - Mt.10:12
Sellados de la tribu de Israel - Apo.7:4-8
Estrellas sobre la mujer vestida de sol - Apo.12:1
Puertas y ángeles en la nueva Jerusalén - Apo.21:12
Fundamentos de la ciudad - Apo.21:12
Piedras preciosas - Apo.21:19,20
Frutos del árbol de la vida - Apo.22:2

3

Unidad y plenitud
Bendición de Aaron - Nm.6:24-26
Visión de Isaias - Isa.6:6
Bautismo - Mt.28:19
Bendición apostólica - 2Co.13:14
Composición del hombre - 1Tes.5:23

4

Amplitud ilimitada del universo visible
Confines de la tierra - Is.11:12;Ez.7:2 (norte, sur, este, oeste)
Vientos - Apo.7:1

40

Prueba
Años en el desierto - Nm.14:34
Días que estuvo Moisés en el monte - Ex.34:28
Jesús en el desierto - Mt.4:2















Gematria
El uso de letras de una palabra para expresar por medio de la combinacion de sus valores numericos un nombre o frase. En toda la Biblia se da un solo caso en Apo.13:17,18. El numero de la bestia. 666. Algunos interpretes aseguran que este numero correspondio a Neron Cesar, cuyas consonantes en Hebreo suman numericamente 666

NRWN  KSR
Nun 50
Resh 200
Waw 6
Nun 50
Kof 100
Shameckh 60
Resh 200







Nombres
Nombres que expresan literalmente lo que simbolizan
Searjasub
Maher-shalal-hash-baz
Jezreel (Os1:4)
Lo-ruhama
Lo-ammi

Nombres que por sus características tienen un simbolismo especia:

David: Pastor y príncipe mesiánico (Ez.34:23,24)
 Babilonia, Roma: grandeza y miseria de una sociedad humana soberbia, hostil a Dios y al testimonio de su verdad. (Apo.14:8)
Elías: Juan el Bautista (Mal.4:5; Mt.11:14)
Sodoma y Egipto: La Jerusalén incrédula  (Apo11:8)



Colores:
Azul: Celestial, santo y divino, Manto del efod (Ex.28:31;39:22) Paño para cubrir los objetos más sagrados del tabernáculo (Nm.4:6)
 Purpura: Realeza o majestad (Jue.8:26; Ester8:15; Dn.5:7)
Blanco: Pureza y gloria, Vestidos del sacerdote - Ex.28:5, Jesús en la transfiguración - Mt.17:2 Esposa del Cordero - Apo19:8
Negro: Muerte y luto (Jer14:2), Hambre (Apo.6:5,6)
Gris: Escarcha (Job38:29), Canas (1R.2:9)
Rojo: Sangre, guerra (Nah.2:3; Apo6:4), Sacrificio (Efe.1:7), Pecado (Isa.1:18)

Metales
Oro
Esplendor de la Gloria de Dios (Ex.38:24)
Autentica dignidad (1Pe.1:7)
Solidez en el creyente (1Co.3:12) Plata Palabra de Dios (Sal.12:6)
Lengua del justo (Prov.10:20)
Sabiduría y buen consejo (Pro.16:16)
Purificación (Sal.66:10)














Piedras Preciosas (Apocalipsis 21:19)
Las piedras preciosas que componen los cimientos de la Ciudad Celestial simbolizan en conjunto todos los dones y frutos de los redimidos, además de simbolizar los dones espirituales dados a los apóstoles cuando les fue encomendado predicar el evangelio. Simbolizan además, dureza, solidez, firmeza, valor, brillantez, hermosura, gloria y seguridad eterna
Jaspe
Piedra de color rojo, amarillo, verde, café o gris. Consistencia y sobriedad
Zafiro
Piedra opaca y muy dura de color azul oscuro. Inclinación o disposición para lo espiritual

Ágata

Piedra con bandas de diversos colores. Celo, honradez, valor

Esmeralda
Piedra de color verde y la más dura después del diamante. Fuerza, energía, poder
Ónice
Piedra de color rojo y blanco. Fe, esperanza

Cornalina
Piedra de color rojo intenso. Valentía, fortaleza y disposición para morir por Cristo

Crisolito
Piedra de color oro pálido, era el topacio de los tiempos romanos. Amor, sabiduría, conocimiento

Berilo

Piedra opaca y transparente de color verde/azul, amarilla o rosa. Entendimiento, sensibilidad

Topacio
Piedra de color amarillo con sombras en rojo o verde. Búsqueda de los misterio divinos

Crisopraso
Piedra de color verde claro o violeta, variedad del cuarzo. Integridad, intensidad

Jacinto
Piedra zirconia de color rojo o amarillo. Alegría, calma, serenidad, paz, mansedumbre, templanza

Amatista
Piedra de cuarzo cristalizado, transparente y de color violeta/azul. Temperancia, bondad, humildad







































ALEGORÍA



PARABOLA

Aprovechando las parábolas
Dios eligió revelar los misterios del reino a través de parábolas. El Señor Jesús las utilizo a lo largo de su ministerio como una herramienta para que el ser humano comprendiera conceptos de importancia eterna.
Entendemos por «lenguaje parabólico» aquel que utiliza las imágenes literarias en formas variadas: comparaciones, metáforas, alegorías, símbolos. Es decir, el que no designa las realidades con conceptos directos, sino con otros que las señalan de manera indirecta; conceptos siempre tomados del mundo sensible y concreto. Las parábolas son simplemente historias, verdaderas o ficticias, utilizadas para enseñar o ilustrar una verdad.
Este tipo de mensaje se encuentra en toda la Biblia, en todas las literaturas y en el lenguaje hablado de todos los tiempos y cumple varias funciones que trataremos rápidamente.
Función didáctica
Cualquier persona que haya tenido alguna experiencia en la escuela, sabe que uno de los medios que el maestro usa con frecuencia son las imágenes. Las más frecuentes son el ejemplo y la comparación. En el caso de la comparación se da a conocer lo desconocido partiendo de lo conocido. Los tres aspectos propios de esta función son:
A) Mayor claridad
A partir de un caso particular, la enseñanza general se torna mas clara y se graba fácilmente. Sócrates afirmaba: «Conocer es reconocer», lo que es totalmente cierto. Nadie puede reconocer algo que no ha visto anteriormente o que pueda relacionar con algo que ya haya visto. Por lo tanto, las parábolas utilizan historias con elementos comunes y de la vida diaria del oyente a fin de explicar verdades hasta ese momento desconocidas.

Cuando en los evangelios leemos: «Nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar (Mr. 2.22), sabemos que el Señor Jesús partía de algo que los oyentes conocían (las características del vino en proceso de fermentación y las de los recipientes de cuero donde guardaban el vino). En este caso, la manera de introducir la comparación («Nadie echa») muestra que se trata de algo obvio para ellos.
B) Mayor fuerza y vivacidad
Cuando alguien comienza a narrar algo en forma de comparación, la gente presta más atención. No es lo mismo enseñar acerca de lo que la Biblia dice sobre el servicio, el amor, la solidaridad, que relatar: «Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó». De esta manera, todos prestan atención porque saben que escucharan un relato concreto y vivo. Estas mismas funciones cumplen las hipérboles (exageraciones) que encontramos en los dichos del Señor Jesús: «Es mas fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el Reino de Dios» (Mr. 10.25). Esta Última frase fue utilizada para enseriar a sus discípulos que aquel que pone su confianza en el dinero es muy difícil que se salve, a no ser que por la obra redentora de Dios impactando en su vida se dé cuenta de que debe confiar en Dios y no en las riquezas.
C) Mejor fijación en la memoria
Es indudable que una historia se graba mejor en la memoria que una serie de enseñanzas abstractas. No hay dudas de que el caso concreto y vivido «si alguien te pega en la mejilla derecha» impacta más la imaginación y se graba mas fácilmente en la memoria que la enseñanza general «no resistas al que te hace mal».
Función de interpelar
Con frecuencia, el que habla busca que el oyente participe activamente en el proceso hermenéutico, que tome una decisión. Se pretende que el oyente se sienta involucrado, instado a actuar.
Este principio lo ilustra bellamente la confrontación del profeta Natán al rey David, cuando el profeta quiere que el rey caiga en cuenta de su pecado. Así relata el evento el pasaje: «Entonces, Dios envió al profeta Natán para que le diera a David este mensaje:
«En cierta ciudad había dos hombres. Uno de ellos era rico, y el otro era pobre. El rico tenía muchas ovejas y muchas vacas; en cambio, el pobre solo tenía una ovejita. La había comprado, y el mismo la había criado y cuidado como si fuera su propia hija. Tanto quería ese hombre a la ovejita que hasta le daba de comer de su mismo plato, y la dejaba recostarse y dormir en su pecho. Y así la ovejita fue creciendo junto con los hijos de ese hombre.
Un día llegó un visitante a la casa del rico, y el rico lo invitó a comer. Pero como no quería matar ninguna de sus ovejas ni de sus vacas, le quitó al pobre su ovejita y la mató para darle de comer a su visitante».
Al oír esto, David se enojó muchísimo contra el hombre rico y le dijo a Natán:
-¿Pero cómo pudo hacer eso? iEse hombre no tiene sentimientos! Te juro por Dios que ahora tendrá que pagarle al pobre cuatro veces más de lo que vale la ovejita. Y además, ¡merece la muerte!
Entonces Natán le dijo:
- iPues tu, David, eres ese hombre! Y ahora el Dios de Israel quiere que oigas esto: -Yo te hice rey de todo mi pueblo. Yo te cuide para que Saúl no te matara. Hasta te di su palacio y sus mujeres, y aun te habría dado mucho más, si tú así lo hubieras querido.
¿Por qué te burlaste de mí, que soy tu Dios? ¿Por qué hiciste lo que yo prohíbo? En realidad no fueron los amonitas quienes mataron a Urías; lo mataste tu, y lo hiciste para quedarte con su mujer!» (2Sa 12.1-9 TLA).
Luego de escuchar la historia, David toma la decisión pensando que se refiere a otra persona y queda atrapado por sus propias palabras: ¡Ese hombre merece la muerte!» A lo que el profeta responde: ¡Ese hombre eres tú!». La imagen literaria ayuda a ver los hechos con mayor objetividad y con frecuencia es más eficaz que
una interpelación directa. Para lograr este objetivo son más eficaces las comparaciones incompletas y las imágenes inesperadas, novedosas, como las uso Natán.
La estrategia de la parábola consiste en lograr la aprobación del interlocutor a propósito de un ejemplo. En lugar de provocar un enfrentamiento directo, la parábola da un rodeo e introduce al oyente en una historia ficticia, es decir, en una historia cuyos protagonistas e intriga, al menos a primera vista, no tienen nada que ver con él. Una vez que el interpelado ha emitido su juicio, solo le falta completar el proceso, vinculando el episodio relatado a la vida real.
Un buen ejemplo es la parábola del hijo pródigo. La actitud del padre que se alegra por haber encontrado a su hijo perdido no es el comportamiento común y corriente de todo padre en casos semejantes. En cambio, las otras dos parábolas que registra Lucas inmediatamente antes, si presentan casos típicos y por eso las comienza con una frase interrogativa: «¿Quien de ustedes no a?» (Lc. 15.4) o «¿Que mujer no a? (Lc. 15.8).
El Señor Jesús utilizó este procedimiento en muchas de sus parábolas o imágenes. Invita al oyente a descubrir el sentido, no solamente a entender sino a actuar. Esto es muy claro en la parábola del buen samaritano (L.c 10.25-37). La parábola comienza con la pregunta: «¿Que debo hacer para alcanzar la vida eterna?». Desde el comienzo, la parábola se sitúa en el piano de actuar. «Si haces eso, tendrás vida eterna». El Señor sigue en el mismo piano de la acción. Sin embargo, el interlocutor desvía la atención al preguntar: «¿Quien es mi prójimo?». Pero el Señor no entra en el terreno de la discusión teórica y Ileva a su interlocutor a que el mismo decida lo que debe hacer. Por eso, el Señor termina preguntando: «¿Cual de estos tres te parece que se hizo prójimo del hombre?». Por todo esto, el Señor concluye la enseñanza con la recomendación del Señor: «Ve y haz lo mismo».
La parábola busca que el oyente, a través de una historia, de su aceptación sobre un tema en particular sin siquiera mencionarlo en forma directa. Muchas veces, esto permite que el oyente admita algo que de otro modo no admitiría o pondría mucha resistencia. Por eso, la parábola no se comprende hasta que se percibe el punto donde convergen la imagen y la realidad.
Función estética
Este tipo de lenguaje Ileva, también, una función estética, artística. La imagen literaria apela a la imaginación y al sentimiento. Sin embargo, la función estética debe guardar un claro equilibro con las funciones anteriores (didáctica y para interpelar), no debe opacarlas.
En la Biblia no encontramos «el arte por el arte». Lo estético siempre estará subordinado a otros fines, esencialmente al de promover la fe.
El lenguaje del Señor Jesús en los evangelios puede clasificarse como poético, aunque se trate mas de poesía popular que de poesía culta y pertenezca mas a la literatura oral que a la escrita. Por eso la mayoría de las imágenes están tomadas de la vida diaria, tanto rural como citadina.
Función de simbolismo
Entendemos por «función de simbolismo» un aspecto propio del lenguaje simbólico. El hombre no puede captar ni expresar las realidades trascendentes de manera directa y con lenguaje propio; por eso recurre al lenguaje simbólico. El símbolo parte de lo sensible, de lo conocido en la experiencia humana, pero que puede remitir a una realidad trascendente que el hombre no puede expresar directamente. Dios se nos hace presente en un ser semejante a nosotros, que nos habla el lenguaje que conocemos para remitirnos a las realidades divinas.
El Señor Jesús recurre a imágenes literarias para hablarnos de realidades trascendentes, de Dios, del reino de Dios, de la actitud de Dios para con los hombres.
Como interpretar una parábola
Una de las primeras lecciones que se aprenden en la tarea de interpretar la Biblia es la de leer el texto bíblico en su «contexto»: literario, histórico, social, cultural, etcétera.
El Señor Jesús anunciaba su mensaje por medio de parábolas (M.r 4.33-34). Los sinópticos le atribuyen al Señor cuarenta y tres parábolas, sin incluir las frases llanas de imágenes que caracterizaban su discurso. Como por ejemplo: nadie puede servir a dos señores (Mt. 6.24), la mies es abundante pero los obreros pocos (Lc. 10.2), es mas fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos (Lc. 18.25).
Los elementos particulares tienen un valor, pero nunca se trata de un valor autónomo; los detalles no entran en juego por lo que son en sí mismos, sino únicamente por su posición en el relato y por la relación que mantienen con el objeto significado. En la parábola del grano de mostaza, por ejemplo, lo que cuenta no es el sabor amargo ni el color oscuro o cualquiera otra propiedad de la semilla, sino la extrema pequeñez de la semilla en contraposición con la considerable altura del arbusto.

Cada parábola es una unidad y contiene solo una afirmación o una sola «punta». No debemos fraccionarla sino encontrar esa «punta» que se convertirá en el elemento fundamental de la interpretación. En su forma mas sencilla la parábola es una metáfora o comparación tomada de la naturaleza o la vida diaria que atrae al oyente por su singularidad y deja la mente con cierta duda sobre su aplicación, de modo que estimula una reflexión activa.
Hay casos en los que la metáfora contiene elementos que escapan a la lógica o practica común. Por ejemplo, la parábola del dueño de la viña que paga a todos los obreros el mismo salario, sin considerar el número de horas trabajadas por cada uno. Como a nadie se le ocurriría ver en este gesto una conducta habitual, es preciso prestar atención especial a este detalle sorprendente para identificar la «punta» de la parábola. La conducta extraña del dueño de la viña es una lograda descripción de la generosidad divina, porque Dios concede su gracia sin tener en cuenta las medidas de la justicia observada desde el punto de vista humano.
Como dijimos, la parábola típica presenta un solo punto de comparación. Los pormenores de la narración no tienen un significado independiente. Cuando la parábola tiene una cierta extensión es probable que incluya algunos detalles importantes.
Algunos sostienen que el corazón hermenéutico de todas las parábolas es el reino de Dios; que nuestro Señor utilizó el lenguaje parabólico para ilustrar lo que Marcos llama: «el misterio del reino de Dios» (Mr. 4.11).
Dado que la Biblia fue escrita con intervención humana, debe ser tratada como cualquier otra comunicación humana si deseamos determinar la intención del autor. Si bien hemos estudiado guías para interpretar el lenguaje directo y literal, hay muchos otros tipos de lenguajes en la Biblia. No solo hay secciones de historia y enseñanza, también hay drama, poesía, proverbios, figuras idiomáticas y parábolas. Esos son comunes en todos los idiomas y la Biblia no es una excepción
.
Como entender las parábolas
Cuando la eterna Palabra se hizo humana, la auto-revelación de Dios estaba tanto en acción como en las palabras del Senor Jesús. Sin embargo, su actividad debe ser interpretada por palabras: las suyas o las de aquellos que el eligió, los apóstoles. La comunicación verbal de Cristo es fundamental para comprender a Dios y su verdad; y para mucha de su comunicación Cristo eligió las parábolas.
Una parábola es una corta historia inspirada en la vida real designada para enseñar una verdad o responder una pregunta.
Es importante distinguir entre una parábola y un evento histórico. Los eventos históricos son a menudo usados como ilustraciones, pero la parábola es una forma de historia designada específicamente para enseñar una verdad particular. Si bien una parábola no es el registro de un evento histórico, para ser una parábola debe ser una historia que puede ser cierta.
Por lo menos existen cinco guías que nos ayudan a comprender una parábola:
1. Empiece con el contexto inmediato
En la parábola del hijo pródigo (Lc. 15.11-32), ¿cual es el personaje principal? ¿Cuál es el punto principal de la historia? Ciertamente, el titulo que le fue dado a la parábola indica el personaje principal a la vista de la mayoría de los cristianos. Pero otros consideran que el padre es el personaje principal. El pasaje es utilizado evangelÍsticamente: «Sin importar qua tanto has caído, ve hacia Dios y el te recibirá». Pero, ¿ese era el propósito que el Señor tenía en mente cuando refirió la parábola? La primera y principal guía para comprender una parábola es analizar el contexto inmediato. Usualmente, en el contexto de una parábola se encuentran dos elementos: la ocasión para la historia y la explicación del significado.
La ocasión para la historia
Casi cada parábola tiene una clara ocasión histórica que dio pie para contar una historia.
Aunque podría ser legitimo aplicar la parábola del hijo prodigo evangelÍsticamente, la situación que origino la historia indica, claramente, otro propósito. El Señor Jesús le hablaba a la gente religiosa que rechazaba la manera en que El aceptaba a los pecadores (vea Lc. 15.1-3). Comprender esto no ayuda a ver que el punto en la historia fue el contraste entre el hermano mayor y el padre amoroso y perdonador, representado por Jesús mismo. En otras palabras, podría decirse, correctamente, que el personaje principal de la historia es el hermano mayor.
La explicación de su significado
A veces, la explicación del significado de la parábola es dada en forma de aplicación. Tal explicación es encontrada, por ejemplo, en Mateo 24.44: «Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis» (RVR 1960) Y en Mateo 25.13: «Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.» (RVR 1960) No todas las parábolas tienen su significado explicado, pero cuando Cristo explica su significado o presenta una aplicación, ese es el factor controlador de la interpretación.
2. Identifique el punto central de énfasis
A continuación de la parábola del hijo prodigo, Lucas registra la parábola del siervo injusto (16.1-5). Es aparente en este pasaje que el contexto esta descrito tanto antes como después de la parábola, juntamente con la explicación de la parábola misma. ¿Cuál es el punto en esta parábola? Dado que lo que se dice de Jesús al final de la historia del hijo pródigo: «Dijo también a sus discípulos»
(Lc. 16.1), pareciera ser que la intención de Lucas era conectar esa historia con la confrontación con los fariseos al principio de la parábola.
Tener un punto principal es el factor primordial que distingue una parábola de una alegoría.
Eso es mucho más aparente al final de la historia cuando comenta: «Oían también todas estas cosas los fariseos, que eras avaros, y se burlaban de el». (Lc. 16.14). Entonces, la confrontación con los fariseos continua, pero, ¿cual es el punto? ¿Esta enseñando a hacer trampas?
En la parábola, el mayordomo injusto no fue recomendado por hacer trampas, sino por haber actuado sabiamente. Es decir, ha utilizado sus recursos presentes para planear para el futuro. Eso es sabio. Cristo les enseñó a sus discípulos que debían usar sus recursos presentes para edificar para el futuro.
Tener un punto principal es el factor primordial que distingue una parábola de una alegoría. En una alegoría se busca que haya un numero de paralelos significativos entre la historia y una verdad espiritual. En una parábola no es legitimo buscar el significado de cada detalle en búsqueda de una verdad espiritual.
3. Identifique detalles irrelevantes
Las parábolas contienen muchos detalles que no pretenden ensefiar una verdad. No tienen significado espiritual.
En Lucas 17.7-9 Jesús nos cuenta: «¿Quien de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver el del campo, luego le dice: -Pasa, siéntate a la mesa? No le dice más bien: -Prepárame la cena, cíñete y sírveme hasta que haya comido y bebido. Después de esto, come y bebe? &Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no». ¿Que nos enseña? El contexto de la historia (vea Lc. 17.3-6) nos enseña que Jesús instaba a sus discípulos a perdonar al hermano; y esta parábola enfatiza el hecho de que después de hacerlo no merecemos nada. Hicimos lo que debíamos.
4. Identifique detalles relevantes
Los detalles relevantes son aquellos incluidos para enseñar una verdad y, legítimamente, pueden ser identificados y aplicados. ¿Cómo distinguirlos de los irrelevantes? Los detalles relevantes son aquellos que refuerzan el tema principal.
5. Base la doctrina sobre pasajes claramente literales
Esto no quiere decir que en las parábolas no puede haber un aporte para comprender alguna doctrina. Cuando una interpretación de una parábola es dada, puede ser utilizado como doctrina de la misma manera que cualquier otro pasaje literal. Pero, en general, el lenguaje figurativo no es el mejor ingrediente para definir doctrinas.
Conclusión
Dios eligió revelar los misterios del reino a través de parábolas. El Señor Jesús las utilizó a lo largo de su ministerio como una herramienta útil para que el ser humano comprendiera conceptos de importancia eterna. Para ser interpretadas correctamente, las parábolas cuentan con pautas claras que nos ayudan a comprenderlas. Es fundamental que valoremos las parábolas pues a través de ellas podremos comprender claramente el mensaje del evangelio del Señor Jesús.



FABULA


ENIGMA



PROVERBIO



ADIVINANAZA



TIPOS BIBLICOS

DIFERENCIAS ENTRE TIPOS Y SÍMBOLOS

Los tipos y símbolos constituyen una clase de figuras distintas de todas las que hemos tratado en los capítulos anteriores, pero no son, hablando con propiedad, figuras de lenguaje. Se parecen unos a otros en que son representaciones juiciosas de verdad religiosa y moral y, en general, puede definírselas como figuras de pensamiento en las que, por medio de objetos materiales, se ofrecen a la mente vívidos conceptos espirituales. Crabb define los tipos y símbolos como especies diversas del emblema.

TIPO
SIMBOLO
Son representaciones juiciosas de verdad religiosa y moral y, en general, puede definírselas como figuras de pensamiento en las que, por medio de objetos materiales, se ofrecen a la mente vívidos conceptos espirituales.



Los símbolos de la Biblia se elevan muy por arriba de los signos convencionales en uso común entre los hombres y se emplean especialmente en las porciones apocalípticas de la Biblia para presentar aquellas revelaciones dadas en sueños o en visiones que no podrían hallar expresión conveniente en términos ordinarios.
Armonizan en su carácter general como emblemas, pero difieren notablemente en método y designio especiales.
imagen de aquello que está destinado a representar
signo sugestivo
La interpretación de un tipo nos obliga a mostrar alguna analogía formal entre dos personas, objetos o acontecimientos
Un símbolo nos obliga, más bien, a señalar las cualidades particulares, marcas, aspectos o señales mediante los cuales un objeto, real o ideal, indica e ilustra a otro.
El tipo, esencial­mente, prefigura algo en el futuro.
Un símbolo puede representar una cosa, sea éste presente, pasada o futura
Es una persona, institución, oficio, acción o acontecimiento, mediante el cual se predijo, bajo las disposiciones del A. Testamento, alguna verdad del Evangelio
El símbolo no tiene en sí mismo referencia esencial al tiempo. Su objeto es más bien el de repre­sentar algún carácter, oficio o cualidad.

Los símbolos de la Biblia se elevan muy por arriba de los signos convencionales en uso común entre los hombres y se emplean especialmente en las porciones apocalípticas de la Biblia para presentar aquellas revelaciones dadas en sueños o en visiones que no podrían hallar expresión conveniente en términos ordinarios.
Puede decirse que los tipos y símbolos armonizan en su carácter general como emblemas, pero difieren notablemente en método y designio especiales. Adán, en su carácter representativo y su relación para con la raza humana, era un tipo de Cristo (Rom. 5:14) . El arco‑iris es símbolo de las pactadas misericordia y fidelidad de Dios (Gen. 9:13‑16; Ezeq. 1:28; Revel. 4:3; compar. Isaías 54:8‑10) y el pan y el vino del sacramento de la Cena del Señor, son símbolos del cuerpo y de la sangre suyas. También existen acontecimientos típicos como el pasaje del Mar Rojo (1 Cor. 10:1‑11) y actos típico‑simbólicos, como el de Ahías rompiendo su capa nueva como signo de la ruptura del reino de Salomón (1 Rey. 11:29‑31) . En casos como este último ciertos elementos esenciales, tanto de tipo como de símbolo, se mezclan en un solo y mismo ejemplo. Las Escrituras nos suministran también ejemplos de metales, nombres, números y colores simbólicos.
El símbolo difiere del tipo en ser un signo sugestivo más bien que una imagen de aquello que está destinado a representar. La interpretación de un tipo nos obliga a mostrar alguna analogía formal entre dos personas, objetos o acontecimientos; la de un símbolo nos obliga, más bien, a señalar las cualidades particulares, marcas, aspectos o señales mediante los cuales un objeto, real o ideal, indica e ilustra a otro. Melquisedec es un tipo, no un símbolo, de Cristo; y el capítulo 7 de la Epístola a los hebreos nos suministra una declaración formal de las analogías típicas, pero los siete candeleros de oro (Ap.1:12) son un símbolo, no un tipo, de las siete iglesias del Asia. Sin embargo, la comparación está implicada, no expresada, y se deja al intérprete la tarea de desenvolverla y mostrar los puntos de semejanza.
Aparte de estas distinciones formales entre tipos y símbolos, existe la diferencia más radical y fundamental de que, en tanto que un símbolo puede representar una cosa, sea éste presente, pasada o futura, el tipo, esencial­mente, prefigura algo en el futuro. En el sentido técnico y teológico un tipo es una figura o bosquejo de algo venidero. Es una persona, institución, oficio, acción o acontecimiento, mediante el cual se predijo, bajo las disposiciones del A. Testamento, alguna verdad del Evangelio. Cualquier cosa así prefigurada se llama anti‑tipo. Por otra parte, el símbolo no tiene en sí mismo referencia esencial al tiempo. Su objeto es más bien el de repre­sentar algún carácter, oficio o cualidad, como p.ej., cuando un cuerpo denota fuerza o un rey en quien está personificada la fortaleza (Dan. 7:24; 8:21). El origen de los símbolos se supone estar relacionado con la histo­ria de los jeroglíficos.
El TIPO es siempre alguna cosa real, no un símbolo ficticio o ideal. Y además, no es un hecho o incidente ordinario de la historia sino una exaltada dignidad y valor, ‑uno divinamente ordenado por el omnisciente Gobernante para ser un pronóstico de las buenas cosas que en la plenitud de los tiempos se proponía que acontecieran por la mediación de Jesucristo. Por consiguiente, hay tres cosas esenciales para confirmar a una persona o acontecimiento en tipo de otro.
1. Debe existir algún punto notable de semejanza o de analogía entre los dos. En muchos respectos pueden ser enteramente desemejantes. Realmente, es tan esencial que existan puntos de semejanza como que haya alguna notable analogía; de otra manera tendríamos identidad donde sólo se requiere similitud. p. ej., Adán está constituido en tipo de Cristo, pero sólo como cabeza de la raza, como primer representante de la humanidad; y en Rom. .5:14‑20 y 1 Cor. 15, 15‑49 el apóstol nota más puntos de desemejanza que de armonía entre los dos. Además, siempre esperamos hallar en el antitipo algo más elevado y noble que en el tipo por cuanto "mayor dignidad tiene la casa que él que la construyó".
2. Tiene que haber experiencia de que el tipo fué designado y establecido por Dios para representar la cosa tipificada. Los mejores escritores sobre tipos bíblicos sostienen con gran unanimidad esta proposición. Dice Van Mildert: "es esencial el tipo, en la adaptación bíblica de este término, que .exista competente evidencia de la intención divina en la correspondencia entre él y el antitipo, asunto que no ha de dejarse que lo descubra la imaginación del expositor sino que ha de apoyarse en alguna sólida prueba de la Biblia misma". Pero debemos guardarnos de la posición extremista de algunos escrito­res que declaran que ninguna cosa en el A. Testamento debe considerarse como típica sino sólo lo que el Nuevo Testamento afirme serlo. Admitimos un propósito divino en cada tipo real pero de ahí no se sigue que cada propósito semejante deba estar formalmente declarado por las Escrituras.
3. El tipo debe prefigurar algo en el futuro. En la economía divina debe servir como una sombra de cosas venideras (Col. 2:17; Heb. 10:1) . De aquí que (lo que llamaremos en castellano) la tipología sagrada constituya una forma específica de revelación profética. Las disposiciones del A. Testamento eran preparatorias para el Nuevo y contenían en germen muchas cosas que sólo podían florecer por entero en la luz del Evangelio de Jesús. Así, la Ley fué un pedagogo para conducir los hombres a Cristo (Gál. 3:24) . Los caracteres, oficios, instituciones y acontecimientos del A. Testamento eran indicios proféticos de realidades correspondientes en la Iglesia y el tipo reino de Cristo.
Los principales tipos del Antiguo Testamento pueden distri­buirse en cinco clases distintas, a saber:
1. Personas típicas. Debe notarse, sin embargo, que las personas son típicas, no como personas, sino a causa de algún carácter o relación que sostiene con la historia de la Redención. Adán fue tipo de Cristo a causa de su carácter representativo como primer hombre y cabeza federal de la raza (Rom. 5:14) . "Porque como por la desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos". (Rom. 5:19) "Fue hecho el primer hombre, Adán, en ánima viviente; el postrer Adán en espíritu vivificante". (1 Cor. 15:45) Enoc puede ser considerado como tipo de Cristo en que, por su vida san­ta y su traslado, sacó a luz la vida y la inmortalidad al mundo antediluviano. Elías el Tisbita, de la misma manera, fue constituido tipo de la ascensión del Señor; y estos dos hombres fueron también tipos de la potencia de Dios y del propósito de transformación sus santos en "un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta". (1 Cor. 15:52) . En el espíritu y poder de su ministerio profético Elías fue tipo, también, de Juan el Bautista. La fe de Abraham en la declaración de Dios, y su consecuente justificación (Gén. 15:6) cuando aún era incircunciso (Rom. 4:10) le constituyó en tipo de todos los creyentes justificados por la fe "sin las obras de la Ley" (Rom. 3:28). Su ofrenda de Isaac, en época posterior (Gén. 22) hizo de él un tipo de la fe que obra, enseñando que "el hombre es justificado por las obras y no sólo por la fe" (Sant, 2:24) . Pueden, también, descubrirse relaciones típicas en Melquisedec, José, Moisés, Josué, David, Salomón y Zorobabel.
2. Instituciones típicas. Los sacrificios de corderos y otros animales cuya sangre se consagraba a hacer expiación por las almas de los hombres (Lev. 17:11) eran típicos del Cristo, quien "como cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Pedro 1:19) "fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos" (Hebr. 9:28) . El sabat o Día de Reposo, es un tipo del eterno descanso del creyente (Hebr. 4: 9) . La provisión de ciudades de refugio a las que pudiera escapar el homicida inocente (Núm. 35: 9­34) era típica de las provisiones del Evangelio mediante el cual el pecador puede salvarse de la muerte eterna. La Pascua del A. Testamento era típica de la Eucaristía del Nuevo Testamento y la fiesta de los tabernáculos fue un símbolo de la acción de gracias universal de la Iglesia del último tiempo (Zac. 14:16) . La misma teocracia del A. Testamento era un tipo y sombra del más glorioso reino de Dios, del Nuevo Testamento.
3. Oficios o dignidades típicos. Cada santo profeta del A. Testamento, al ser un medio de revelación divina y mensajero enviado por Dios, era un tipo de Cristo. Era en el oficio de profeta como Moisés fue tipo de Jesús (Deut. 18:15) . Los sacerdotes, y especialmente el sumo sacerdote, en el desempeño de sus deberes sacerdotales, eran tipos de Aquél quien por su propia sangre entró por una sola vez en el santuario, obteniendo eterna redención (Hebr. 14:14; 9:12) . Cristo es también, como rey, el antitipo de Melquisedec que fue rey de justicia y de paz (Hebr. 7:2) y de David y de Salomón y de cada uno de quien Jehová pudo decir: "He puesto mi rey sobre Sión, monte de mi santidad". (Salmo 2: 6) . Así que el Señor Jesucristo une en sí mismo los oficios o dignidades de profeta, sacerdote y rey, y cumple los tipos de las anteriores dispensaciones.
4. Acontecimientos típicos. Bajo este rubro puede incluirse el Diluvio, el Éxodo, el viaje por el Desierto, la suministración del maná, la provisión de agua de la roca, la elevación de la serpiente de bronce, la conquista de Canaán y la vuelta de la cautividad babilónica. Según Pablo, acontecimientos y experiencias como éstos "les acontecieron en figura (es decir, típicamente) y están escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado". (1 Cor. 10:11).
5. Acciones típicas. Tan abundantemente participan éstas de la naturaleza del símbolo que, con propiedad, podemos designarlas como simbólico‑típicas y tratarlas en capítulo aparte. Hasta donde fueron proféticas de cosas venideras eran tipos y pertenecen esencialmente a lo que hemos definido como acontecimientos típicos; hasta donde fueron señales (semeia) sugestivas de lecciones de valor actual y permanente, eran símbolos. El símbolo puede ser un nuevo signo visible externo; el tipo siempre requiere le presencia y acción de un agente inteligente. Así que debe notarse que los caracteres, instituciones, oficios o acontecimientos típicos, son tales por el hecho de introducir la actividad o servicio de algún agente inteligente. La serpiente de metal, considerada meramente como signo, ‑un objeto al cual mirar, fue más bien un símbolo que un tipo; pero la agencia personal de Moisés en colocarla sobre un palo y el hecho de mirarla los israelitas mordi­dos, coloca todo el asunto en la categoría de los acontecimientos típicos, pues, como tal fue, principalmente, una predicción. El milagro del vellón (Jueces 6:36‑40) no fue tanto un tipo como un signo simbólico, una señal milagrosamente extraordinaria; y el Señor cita el caso de Jonás no sólo como un tipo profético de su entierro y resurrección sino también como una "señal" simbólica para aquella "generación mala y adulterina". (Mat. 12: 39) . Los actos tipo‑simbólicos de los profetas son: Isaías andando desnudo y descalzo durante tres años Usa. 20:2­4); Jeremías tomando su cinto y escondiéndolo cerca del Éufrates (Jer. 13‑ 1‑11); su visita al alfarero y el observar cómo trabajaba éste (18:1‑.6) ; su destrozo del vaso del al­farero en el valle de Hinnom (19) ; el ponerse un yugo al cuello como signo para las naciones (27:1‑14; comp. 38:10‑17) y su ocultación de piedras en el horno (43:8­13) ; el diseñar Ezequiel sobre un adobe, el sitio de Jerusalén y el dormir sobre un costado por muchos días (Ezeq. 4); el cortarse el cabello y barba y destruirlos, después, en porciones (5) ; la preparación de su bagaje y el comer y beber con temblor (12:13‑20) ; su gemir (21: 6‑7) y su rara conducta en la muerte de su esposa (24: 15‑27); Oseas casándose con una fornicaria (Os. 1) y su adquisición de una adúltera (3) y Zacarías haciendo coronas de plata y de oro para la cabeza de Josué (Zac. 6: 9‑15) .
Los principios hermenéuticos para usarse en la interpretación de tipos, son esencialmente los mismos que los empleados para la interpretación de parábolas y alego­rías. Sin embargo, en vista de la naturaleza y el propósito especial de los tipos bíblicos hay que ser cuidadosos en la aplicación de los siguientes principios:
1. Ante todo debe descubrirse claramente el verdadero punto de semejanza entre el tipo y el antitipo y con igual esmero debe evitarse toda analogía rebuscada y recóndita. A veces se necesita ejercitar un discernimiento muy agudo para determinar la conveniente aplicación de esta regla. Debe notarse toda verdadera correspondencia. Ve­mos cómo la colocación en alto de la serpiente de metal (Núm. 21:4‑9) es uno de los tipos más notables del A. Testamento y que el Señor mismo lo explicó como una prefiguración de su propia elevación en la cruz (Juan 3:14‑15) .
Tres puntos de analogía se descubren claramente:
(1) Como la serpiente fue levantada sobre un palo, así lo fue el Señor sobre una cruz. (
2) Como la serpiente de metal fue construida por mandato divino, a semejanza de las serpientes ardientes, así Cristo fue hecho a semejanza de carne pecadora (Rom. 8:3), maldito en lugar nuestro (Gál. 3:13) . (
3) Como los israelitas que ofendieron a Dios, mordidos y ya moribundos, miraban a la serpiente y recibían vida, así los pecadores, envenenados por la an­tigua serpiente, Satanás, y pereciendo ya, dirigen a Cristo crucificado la mirada de fe y viven para siempre.
Otras analogías incidentales envueltas en una u otra de estas tres, pueden admitirse, pero deben usarse con precaución. Por ej., Bengel dice: "Como aquella fue una serpiente sin veneno, levantada contra las venenosas, así también tenemos al hombre Cristo, hombre sin pecado, contra la antigua Serpiente". Este pensamiento cabe en nuestra analogía número (2).
Tales analogías incidentales, siempre que se adhieran consecuentemente a los puntos principales, son permisibles, especialmente en el discurso homilético. Pero el querer hallar en el bronce, metal inferior al oro y la plata, un tipo de la apariencia exterior del Salvador; o el suponer que la serpiente fue fundida en un molde no hecho por manos de hombre, tipificando así la concepción divina de la naturaleza humana de Cristo, o el imaginar que la serpiente sobre el palo formaba algo como una cruz para representar más exactamente la forma en que Cristo había de sufrir, todas esas cosas y cualquiera otra suposición semejante son rebuscadas y engañadoras y deben desecharse.
En Hebr. 7, se refuerza e ilustra el sacerdocio de Cristo por medio de analogías típicas en el carácter y posición de Melquisedec. Se presentan allí cuatro puntos de semejanza:
(1) Melquisedec fue tanto rey como sacerdo­te, lo mismo Cristo.
(2) Sin historia de tiempo, no existiendo registro de parentela o genealogía ni de muerte, es figura de la perpetuidad del sacerdocio de Cristo.
(3) La superioridad de Melquisedec sobre Abraham y sobre los sacerdotes levíticos sugiere la exaltada dignidad de Cristo.
(4) El sacerdocio de Melquisedec no estaba constituido, como el levítico, por un decreto legal sino que era sin sucesión y sin limitaciones de tributo o de raza; de la misma manera Cristo, sacerdote independiente y universal, permanece siempre, teniendo un sacerdocio inmutable.
Mucho más se dice en el capítulo, contrastando a Cristo con los sacerdotes levíticos y el designio manifiesto del escritor es presentar en forma muy notable la gran dignidad y la inmutable perpetuidad del sacerdocio del Hijo de Dios, pero los intérpretes se han enloquecido pensando en el carácter misterioso de Melquisedec, entregándose a toda clase de teorías, primeramente en la tentativa de responder a la pregunta: "¿Quién era Melquisedec?" y, en segundo lugar, rastreando todas las ge­nealogías imaginables. El comentarista Whedon observa prudente y apropiadamente: "Nuestra opinión es que Melquisedec no fue nadie más que él mismo; él mismo, cual se le menciona en Gén: 14:18‑20, narración en la cual David en el Salmo 110 y nuestro autor, después de él, hallan cada uno de los puntos que especifican al hacerlo rey sacerdote, típico de la realeza sacerdocio de Cristo. Sin embargo, no es sólo en la persona de Melquisedec, sino también en la agrupación de las circunstancias de su persona y de las circunstancias que lo rodean, en donde la imaginación inspirada del salmista encuentra los puntos característicos. En el Génesis, Melquisedec aparece repentinamente en el proscenio histórico, sin antecedentes ni consecuentes. Es un rey‑sacerdote, no del Judaísmo sino del Gentilismo, universalmente. Aparece como sacerdote sin ascendencia, sin padre, madre ni genealogía. Le precede y le sigue un silencio eterno, de modo que no presenta principio ni fin de vida. Y ahí queda, como retrato histórico, presente para siempre, colgado por mano divina, imagen real de perpetuo rey‑sacerdote. De modo que no es en su propia realidad desco­nocida sino en la presentación hecha por las Escrituras en que aparece el grupo de indicaciones. Es sólo mediante la verdad óptica, no por hechos corpóreos, que se convierte en retrato, y junto con lo que le rodea forma un cuadro, en el cual primeramente el salmista descubre el concepto de un vislumbre del sacerdocio eterno del Mesías; y todo lo que hace nuestro autor es desarrollar los particulares que el salmista presupone en masa".
2. El intérprete ha de notar, también, los puntos de diferencia y de contraste entre el tipo y el antitipo. Por su propia naturaleza, el tipo ha de ser inferior al antitipo, pues no hemos de esperar que la sombra rivalice con la sustancia.
Los escritores del N. Testamento se extienden sobre estas diferencias entre tipo y antitipo. En Heb. 3:1‑6, Moisés, considerado como fiel apóstol y siervo de Dios está representado como tipo de Cristo; y este aspecto típico de su carácter se basa en la observación, en Núm. 13:7, de que Moisés fue fiel en toda la casa de Dios. Este es el gran punto de analogía, pero el escritor pasa, inmediatamente, a decir que Jesús "es digno de mayor gloria que Moisés" y da el ejemplo de dos puntos de superioridad:
(1) Moisés constituía, simplemente, una parte de la casa misma en que vivía, pero Jesús tiene derecho a mucha mayor gloria por cuanto puede ser considerado como edificador de la casa y mucho más honorable que una casa es quien la edifica. Además
(2) Moisés fue fiel en la casa, como siervo (v. 5) pero Cristo como hijo de la familia. Con mucha mayor extensión se dilata este escritor acerca de la superioridad de Cristo, el gran Sumo Sacerdote, comparado con los sacerdotes levíticos del orden de Aarón.
En Rom. 5:14 se declara a Adán "tipo de Aquél que había de venir" y todo el célebre pasaje, vs. 12‑21, es la elaboración de una analogía típica que sólo tiene fuerza en cuanto envuelve ideas y consecuencias del carácter más opuesto. El gran pensamiento del pasaje es este: De la manera cómo por la trasgresión de un hombre, Adán, un juicio condenatorio que envolvía muerte pasó sobre todos los hombres, así también, por medio de la justicia de un hombre, Jesucristo, la dádiva gratuita de gracia salvadora, envolviendo justificación para vida, vino a todos los hombres. Pero en dos vs. 15‑17 el apóstol hace resaltar varios puntos de distinción en los cuales la dádiva gratuita es "no como la trasgresión". Primero, difiere cuantitativamente. La trasgresión envolvía la irrevocable sen­tencia de muerte para los muchos; la dádiva gratuita abundaba con múltiples provisiones de gracia para los mismos muchos (tous pollous). Difería, también, numéricamente en el asunto de transgresiones, pues la condenación seguía a un acto de trasgresión, pero la dádiva gratuita provee justificación de muchas transgresiones. Además, la dádiva difiere cualitativamente en sus glorio­sos resultados. Por la trasgresión de Adán "reinó la muerte", adquirió dominio, sobre todos los hombres, aun sobre aquellos que no pecaron a la manera de la rebelión de Adán; pero por un hombre, Jesucristo, los que reciben la abundancia de su gracia salvadora reinarán en vida eterna.
3. Los tipos del A. Testamento no son susceptibles de completa interpretación sino a la luz del Evangelio. Con demasiada frecuencia se ha supuesto que los antiguos profetas y santos estaban poseídos de pleno conocimiento de los misterios de Cristo y que entendían vívidamente el profundo significado de todos los tipos y símbolos sagrados. Que a veces tuviesen alguna idea de que ciertos he­chos e instituciones anunciaban mejores cosas que habían de venir, puede admitirse; pero, de acuerdo con Heb. 9:7‑12, el significado de los más santos misterios del antiguo culto no fue manifiesto mientras el tabernáculo externo permaneció de pie. Y los antiguos adora­dores no sólo no entendieron esos misterios sino que los misterios mismos, ‑las formas de culto, "viandas y be­bidas y diversos lavamientos y ordenanzas acerca de la carne, impuesta hasta el tiempo de la Corrección" (dior­doseos, enderezamiento) eran incapaces de perfeccionar a los adoradores. En fin, todo el culto mosaico era, en su naturaleza y propósito, preparatorio y pedagógico ( Gál. 3:25 ) y cualquier intérprete que pretenda que los antiguos perciban claramente lo que el Evangelio revela en los tipos del A. Testamento está expuesto a caer en extravagancias y a envolverse en conclusiones insostenibles.
Un hecho que no hay que olvidar es que tanto el tipo como el antitipo trasmiten exactamente la misma verdad pero bajo formas adecuadas a diferentes grados de desarrollo.
Cada caso que haya de usarse como típico debe determinarse sobre sus propios méritos, por el sentido común y el sano criterio del expositor; y el discernimiento exegético de éste debe disciplinarse por un estudio a fondo de los caracteres que todo el mundo acepta como tipos bíblicos.

 

LA SERPIENTE DE BRONCE